viernes, 18 de junio de 2010

.: Más que un trasteo

Hace como tres semanas, ayudé a mi hermana a cambiarse de apartamento y recordé cómo odio los trasteos!!!  revolcar las cosas, sacar mugre y el montón de chécheres inservibles pero que nunca botamos quién sabe por qué, conseguir cajas en los supermercados, empacar, sellar, buscar el camión, regatear el precio con el camionero, llevar las cosas, subir y bajar escaleras, entrar las cajas, volverlas a abrir, acomodar todo... y por si fuera poco, regresar al viejo apartamento, limpiarlo y entregarlo... oh mon dieu!!!! un amigo cubano me dijo que en su país, cuando alguien quiere maldecir a otra persona le profetiza un trasteo! y le hallo toda la razón, trastearse es como una maldición!.

Estando en esas y como para tener tema de conversación, me puse a contar todas las veces que yo me he trasteado estando en Bogotá. Y en 12 años que llevo viviendo acá, me he trasteado 12 veces... es decir, en promedio 1 vez por año, esa estadística me alarma.... tanto así que a la semana siguiente se nos cruzó a José y a mí la idea de comprar apartamento propio y mudarnos para saber que sería la última vez que repetiríamos la engorrosa tarea... pero preciso cuando empezábamos a consultar en metrocuadrado.com las opciones disponibles, nos llamaron de la embajada para pedirnos los pasaportes.

Desechando ya la idea de comprar apartamento acá, surgió la serie de preguntas de rigor: cuándo nos vamos? qué cosas nos deberíamos llevar? qué hacemos con lo que dejamos? qué trámites tenemos que hacer acá para dejar todo al día? mejor dicho, el cuestionario parecía interminable, y me dí cuenta que son demasiados cordoncitos umbilicales que nos unen a nuestro país aparte de la familia... es nuestra vida entera.

Pero ahora sentando cabeza, y tratando de reducir todo a su mínima expresión, esto ya no es un simple trasteo. A mi modo de ver es como nacer de nuevo, es como desprenderse de todo lo que hemos recorrido y comenzar de nuevo, de cero... con la diferencia que en este nuevo "nacimiento" sí podemos cargar maletas y llevarnos lo que queramos, ya sea la ropa, nuestro libro favorito, la olla a presión... sea lo que sea que llevamos ya es una ventaja en la nueva vida que nos espera.

"Nacer de nuevo" suena tan prometedor como aterrador... ahora me pregunto, cuál será la fecha que Dios marcó en su calendario?

martes, 15 de junio de 2010

.: Una llamada inesperada

Sé que me demoré mucho tiempo en escribir, pero entre la falta de noticias de mi proceso y la abundancia de trabajo pues... me tocó dejar el blog solito una temporada.

Ayer estaba descansando, luego de un maratónico fin de semana, supuestamente íbamos a aprovechar el puente para ir a Manizáles (la tierrita de mi esposo) y subir al Nevado del Ruíz. Pero el viernes no alcancé a entregar el libreto que tenía pendiente así que me tocó quedarme solita en el apartamento mientras mi esposo escalaba y tocaba la nieve del Nevado.

Hasta ayer que pude desocuparme de mi trabajo, estaba organizando el apartamento y me preparaba para hacer uno de mis oficios predilectos [léase con tono irónico por favor]: Planchar... jejeje y cuando estaba armando la mesa entró una llamada al teléfono fijo, contesté y me habló una joven preguntando por mí. Era de la Embajada de Canadá para pedirme que enviara los pasaportes.

Fue una larga espera de 6 meses casi, sé que a otros se les ha demorado más pero para nosotros igual fue larga. Hoy martes, acabo de llegar al apartamento luego de entregar los pasaportes. Ahora sigue la espera para que regresen a casa con la visa... pero esta espera ya no será tan larga.