Estando en esas y como para tener tema de conversación, me puse a contar todas las veces que yo me he trasteado estando en Bogotá. Y en 12 años que llevo viviendo acá, me he trasteado 12 veces... es decir, en promedio 1 vez por año, esa estadística me alarma.... tanto así que a la semana siguiente se nos cruzó a José y a mí la idea de comprar apartamento propio y mudarnos para saber que sería la última vez que repetiríamos la engorrosa tarea... pero preciso cuando empezábamos a consultar en metrocuadrado.com las opciones disponibles, nos llamaron de la embajada para pedirnos los pasaportes.
Desechando ya la idea de comprar apartamento acá, surgió la serie de preguntas de rigor: cuándo nos vamos? qué cosas nos deberíamos llevar? qué hacemos con lo que dejamos? qué trámites tenemos que hacer acá para dejar todo al día? mejor dicho, el cuestionario parecía interminable, y me dí cuenta que son demasiados cordoncitos umbilicales que nos unen a nuestro país aparte de la familia... es nuestra vida entera.
Pero ahora sentando cabeza, y tratando de reducir todo a su mínima expresión, esto ya no es un simple trasteo. A mi modo de ver es como nacer de nuevo, es como desprenderse de todo lo que hemos recorrido y comenzar de nuevo, de cero... con la diferencia que en este nuevo "nacimiento" sí podemos cargar maletas y llevarnos lo que queramos, ya sea la ropa, nuestro libro favorito, la olla a presión... sea lo que sea que llevamos ya es una ventaja en la nueva vida que nos espera.
"Nacer de nuevo" suena tan prometedor como aterrador... ahora me pregunto, cuál será la fecha que Dios marcó en su calendario?
Desechando ya la idea de comprar apartamento acá, surgió la serie de preguntas de rigor: cuándo nos vamos? qué cosas nos deberíamos llevar? qué hacemos con lo que dejamos? qué trámites tenemos que hacer acá para dejar todo al día? mejor dicho, el cuestionario parecía interminable, y me dí cuenta que son demasiados cordoncitos umbilicales que nos unen a nuestro país aparte de la familia... es nuestra vida entera.
Pero ahora sentando cabeza, y tratando de reducir todo a su mínima expresión, esto ya no es un simple trasteo. A mi modo de ver es como nacer de nuevo, es como desprenderse de todo lo que hemos recorrido y comenzar de nuevo, de cero... con la diferencia que en este nuevo "nacimiento" sí podemos cargar maletas y llevarnos lo que queramos, ya sea la ropa, nuestro libro favorito, la olla a presión... sea lo que sea que llevamos ya es una ventaja en la nueva vida que nos espera.
"Nacer de nuevo" suena tan prometedor como aterrador... ahora me pregunto, cuál será la fecha que Dios marcó en su calendario?